Hoy estamos muy acostumbrados a escuchar y leer sobre los puntos recibidos por tal o cuál vino pero esto no fue siempre así y la verdad es que lo bueno y lo malo de la popularización de este sistema se lo debemos concretamente a una persona: el crítico norteamericano Robert Parker. Durante más de 30 años sus reseñas y puntajes definieron la suerte de vinos y bodegas en todo el mundo. Abogado y graduado también en Historia del Arte, Parker comenzó a escribir un boletín sobre vinos en 1975. Fue al regresar de un viaje al extranjero cuando se dio cuenta de la escasa cultura sobre vinos que tenían los norteamericanos y lo difícil que les resultaba elegir qué vino beber. La idea en ese momento fue presentarse como una especie de abogado del consumidor y publicar en una guía independiente reseñas sobre vinos para ayudar a las personas a valorar los distintos caldos. Así, en 1978 comenzó a publicar The Baltimore-Washington Wine Advocate que en 1979 pasó a llamarse The Wine Advocate.
Su gran salto a la fama tuvo lugar en 1982 y fue por llevarle la contra a todos los críticos que luego tuvieron que darle la razón. La cosa fue así, cada abril desde 1970 se organizan en Burdeos las Premieurs que son, ni más ni menos, ventas anticipadas de los vinos justo antes de que entren en la etapa de crianza, así los bodegueros pueden colocar sus caldos unos dos años antes de que salgan al mercado. Esto se sigue haciendo en la actualidad puntualmente cada año pero hay que tener en cuenta que en los 80′ el mundo del vino estaba muchísimo más centralizado que ahora y todas pero todas las miradas estaban puestas allí. Así fue que evaluando los vinos de la vendimia de 1982 todos coincidieron en que no era un buen año. Todos menos Parker, quien afirmó que era una añada extraordinaria. Dos años después cuando los vinos salieron al mercado se comprobó que efectivamente había sido un año excelente, los vinos fueron soberbios, Parker fue bautizado como «el Emperador del Vino» y su revista cosechó miles de suscriptores. Tan bien le fue que dejó su trabajo como abogado y se dedicó full time a escribir sobre vinos.
Con el tiempo instauró el sistema de Puntos Parker para calificar los vinos que se convirtió en una herramienta muy poderosa, capaz de influir directamente en los precios de los vinos de todo el planeta y hacerlos escalar, a veces escandalosamente, de la noche a la mañana. Hay quienes sostienen que la fiebre por obtener los deseados puntajes llevó a enólogos y bodegueros de todo el globo a elaborar vinos «a medida» para el crítico, siguiendo sus gustos y preferencias deducidas a partir de los puntajes otorgados y sus reseñas. Se habla así de una etapa de «parkerización» del vino y esto es tema para debate porque hay quienes lo defienden y quienes lo acusan de aniquilar la diversidad enológica y la autenticidad en el vino. Durante su carrera Robert Parker publicó más de diez libros y todos fueron bestsellers. A partir del 2011 comenzó a delegar en su equipo varias de sus actividades hasta que en mayo del año pasado (mayo de 2019) se retiró definitivamente.
Wine Advocate y sus redes sociales tienen siempre contenido muy completo e interesante sobre bodegas y viñedos en todo el mundo.