Seguimos viajando por los viñedos, esta vez en otro medio super interesante, ecológico y en auge en estos últimos años, no sólo en nuestro país, sino en otros países que buscan fomentar el enoturismo desde otras perspectivas.
El enoturismo en bicicleta se desprende de un concepto más amplio llamado “SlowTravel”, tendencia que se inició como un movimiento durante los 80 y que, con el auge de la comida rápida, buscaba promover los espacios de comidas locales, es decir, los platos típicos de cada ciudad, buscando una forma de andar sin prisas.
Este concepto es recientemente tomado por el turismo en general, en visitas y excursiones que buscan conjugar las ofertas turísticas con un modo de experimentar el entorno, la naturaleza y los mismos atractivos desde un punto de vista más experiencial, tranquilo y comprometido.
¡Y qué mejor alternativa para esta modalidad de hacer turismo que la bicicleta!: Unamos una actividad ecológica y relajada como es el pasear en bicicleta, junto a la experiencia de visitar bodegas en un entorno totalmente “instagrameable” como lo es el viñedo, y se tiene la receta perfecta para un día inolvidable.
Varias regiones vitivinícolas ya han adoptado esta modalidad, particularmente en Europa y Estados Unidos. En nuestro país, Mendoza es la provincia que ya adoptó esta variante hace unos años, aprovechando las ventajas que ofrecen ciertas localidades en cuanto a cercanía de bodegas (Maipú, Chacras de Coria, Luján de Cuyo) con la facilidad de movilidad que sus calles y senderos planos ofrecen.
A continuación, les mostrasmos sólo algunas de las alternativas mendocinas de enoturismo en bici que podemos disfrutar.
¡A animarse a subirse a la bici y recorrer los caminos del vino!