El Coravin es un dispositivo que permite probar el vino y beber las copas que quieras sin necesidad de descorchar la botella. Una belleza. Este aparato cuenta con una aguja de acero inoxidable que se inserta en el corcho y permite, sin dañarlo, servir el vino.
Podríamos decir, sin exagerar, que es el sueño cumplido de todo amante del vino. Quizás muchos de ustedes ya lo conozcan, para quienes no sepan de qué se trata aquí van estas líneas para explicar qué es y cómo funciona.
Si lo que quieres es preservar el contenido de tu botella en casa y poder beber cualquier clase de vino, en cualquier cantidad, sin tener que deshacerte del tapón, disfrutando de una copa de tu vino preferido un viernes por la noche y utilizar lo restante para cocinar a la semana siguiente, sin que esto afecte al sabor o al aroma del vino, esta es la solución.
El Coravin descarga en la botella un gas neutro que impide que el vino entre en contacto con el oxígeno. El gas (argón) cumple la función de presurizar la botella sin interferir en las características organolépticas del líquido. Así, el vino que queda en la botella puede seguir allí durante años. Este sistema le pone fin al tema de: «me da cosa abrir una botella por una sola copa que quiero tomar», «¿cómo estará el vino que trajimos de Salta? ¿qué hacemos lo abrimos o lo esperamos un poco más?». También nos permitiría hacer una comida de varios pasos en casa maridando cada uno con un vino distinto sin preocuparnos por el vino que queda. En fin, todo divino, menos el precio.
El aparato es importado y cuesta en torno a 199 Euros el modelo más económico, habiendo varios modelos disponibles en el mercado.
¿Querés comprar alguno de los modelos que están en el mercado?